Si Yo fuera Dios

Me da flojera escribir un saludo o presentación, así que vayamos directo al tema de hoy.

Supongamos que, por tal o cual situación, ocurre el fin del universo. Todas las galaxias se van al garete, incluyendo la nuestra y todo su contenido, quedando solo un vacío infinito.

Más precisamente, un vacío infinito, y yo.

Así es, soy la única cosa que existe en la desolada inmensidad. Y descubro que tengo el poder de crear y extender mi voluntad por toda la interminable extensión del vacío que me rodea.

¿Qué hago? Bueno, pues lo que haría cualquiera en mi situación.

Digo “Y se hizo la luz”.

Que puedo decir, respeto los clásicos. Pero muchas cosas cambiarán en comparación con la vieja administración.

Bueno, la primera parte de la labor será más o menos igual.

Hay un Big Bang, luego muchas galaxias, muchos sistemas solares, muchos planetas, y en algunos de ellos, mucha vida.

Y habrá un equivalente (copia exacta) al planeta Tierra con todo lo que compone al mismo (pero pienso matar a los dinosaurios con mis propias manos, como Chuck Norris). Y si, es un hecho que la Tierra no es el centro del universo, pero como yo soy originario de acá, es en el planeta donde pienso poner toda mi atención. Que se jodan el resto de las especies inteligentes del cosmos.

Luego, pienso ahorrarme el vergonzoso capítulo del paraíso. Ni siquiera me tomaré la molestia de crear algo como eso. Cuando los primeros humanos tengan conciencia suficiente como para concebir mi existencia, y me pregunten por que sufren, mueren, y todo eso que hacen los simples mortales, mi respuesta será “Por que se me da la puta gana”.

Soy Dios, puedo ser lo hijo de puta que quiera y no tengo que rendir cuentas a nadie.

Y bueno, una vez que los simios den el gran paso de bestias a hombres, me presentaré ante ellos como lo que soy, su Dios y Creador, Todopoderoso y Déspota. Y les plantearé mis sencillas reglas:

1. Estoy aquí, y siempre voy a estarlo. No tienen por que inventarse a otros dioses o adorar a otros bichos. Si lo hacen le prenderé fuego a sus ídolos y mataré a los primogénitos de los adoradores.
2. Puedo hablar y actuar por mi mismo, no necesito de mensajeros o intermediarios o sirvientes que hagan las cosas en mi lugar (joder, que soy omnipotente). Al que se le ocurra decir que habla o actúa en mi nombre, le cagaré encima, literalmente. Y haré que mi caca sea de fuego y ácido y veneno y lo que se me ocurra en el momento.
3. El mundo es suyo para que lo descubran y disfruten. Los exhorto (por no decir que los obligo) al desarrollo y al descubrimiento, a vivir plenamente y a hacer lo que se les de la gana. Nada está prohibido y no serán merecedores a ningún castigo de mi parte por lo que hagan, a menos que esté estipulado en estos puntos.
4. Hay solo un pecado que castigo y repudio. Usaré para limpiarme el trasero las entrañas de aquél que aliente o impulse la estupidez, la falta de curiosidad, o cualquier cosa que frene el desarrollo humano, científico, tecnológico o cultural. Y luego volveré a colocar las entrañas en su lugar.
5. No necesito que me adoren o idolatren. Con el miedo que me tienen y que hagan lo que les he indicado, basta (aunque claro, yo también tengo un ego, y no pienso hacerle el feo a las muestras de reverencia que me hagan de tanto en tanto).
6. No me pidan nada. No gasten su tiempo con rezos dirigidos hacia mi persona. Si en algún momento decido intervenir en asuntos de mortales (que no sean ejecutar los castigos antes mencionados), será por decisión propia, y no por que alguien haya rezado por mi intervención.

 

Esos serían mis mandamientos. A como yo lo veo, no es necesario agregar los típicos “no matarás”, “no robarás” y demás. Estaría seguro de haber dotado a mis creaciones de inteligencia y comprensión suficiente como para que se creen sus propias reglas para una convivencia óptima.

A como yo lo veo, mis mandamientos son bastante justos. No les pido nada que crea que no sean capaces de cumplir, y creo que a la larga, sería para bien.

No habrá segregaciones culturales nacidas de diferencias religiosas, y privaré a mis creaciones de sus propias divertidas mitologías en un comienzo. Pero creo que a larga valdrá la pena. La humanidad se segregará por otros motivos, y encontrarán otros horizontes hacia los cuales disparar su imaginación. Y habré erradicado el fanatismo religioso y los crímenes en nombre de creencias absurdas (además de las iglesias en si mismas).

Además le ahorraré a la gente el problema de no saber que religión o que dios es el correcto, y ya no habrá charlatanes de lo espiritual.

No habrá edades oscuras, por lo que el desarrollo humano será mucho más rápido e ininterrumpido que la primera vez. Probablemente en mi versión del planeta Tierra si llegue a haber carros voladores para antes de que termine el mundo.

Gracias a mi cuarto mandamiento, para cuando se llegara a un desarrollo cultural y social similar al actual, nunca llegarían a existir cosas como el reggaeton, los programas de chismes, y en fin, toda la mierda que existe hoy en día en la televisión y multitud de medios que simplemente mantienen bruta a la gente bruta.

En lugar de andar con ese rollo troll de “los caminos de dios son misteriosos” y “dios tiene un plan para todos”, la gente sabría que la vida es jodida simplemente por que así decidí yo que debe ser. Confío en que mis creaciones se darían cuenta de que la vida solo se vive plenamente por que es corta y fugaz, y la disfrutarían lo máximo posible. Probablemente algunos, al considerar que una existencia así es vacía y sin sentido, se suiciden o cosa parecida. Bueno, no será gran perdida. Eran casos perdidos desde un comienzo.

En resumen, todo el tiempo que se pierde en este mundo por rollos religiosos y eclesiásticos, sería ocupado de una manera más productiva en mi versión de la creación.

Y bueno, pese a lo déspota que suena todo esto, realmente sería un buen régimen. No estoy haciendo nada que el buen Dios del Antiguo Testamento no haya hecho antes, de cualquier forma.
Digo, aquello de matar primogénitos y hacer llover fuego es su marca registrada, prácticamente. Ni que decir del ya simpático clásico “Siempre ya no me gustó mi creación, lo destruiré todo con una inundación de puta madre”.

 

La diferencia es que yo no tendría la hipocresía de decir que soy un dios de amor y demás mentiras, cuyo único motivo sería hacerme parecer un gran tipo al que hay que amar (y temer, lo que demuestra una baja autoestima, aún en un tipo que es omnipotente).

Básicamente les jugaría derecho a mis creaciones. No se ustedes, pero eso es algo que yo personalmente apreciaría.

Y tampoco crean que me sentiría enormemente superior y vería a los humanos como simples hormigas. Es decir, si, soy enormemente superior, pero solo en lo que respecta a poderes divinos, y eso. Fuera de eso, soy perfectamente capaz de admirar la inventiva, inteligencia y voluntad humana y su capacidad y potencial para lograr cosas increíbles (excepto superarme ja ja ja).
Además, de vez en cuando tomaría una apariencia mortal y bajaría a la tierra a convivir o a trollear un poco, según mi estado de ánimo.

Y, considerando que soy un escritor wannabe, habría mucha justicia poética en mi universo (“el que a hierro mata, a hierro muere” sería prácticamente una ley física en mi universo, y no habría tanta desigualdad en el reparto de bienes y dones), así que creo que habría incluso mucho menos injusticias que en este mundo (aunque igual no prometo nada).

Yo creo que mis creaciones estarían felices en mi universo. Más que nada por que, como ya he dicho, yo estaría feliz con un dios así. Así que no crean que todo esto me salió solamente por que soy un cerdo déspota y frustrado, sino todo lo contrario, o casi.

De hecho, si yo fuera un cerdo déspota y frustrado, mis creaciones vivirían en un infierno terrenal lleno de sufrimiento, obligados a adorarme, donde se les exigiría sufrir y sacrificarse… vaya, escabrosamente más parecido a los que nos plantean algunas religiones…

 

En serio, el mío sería un universo bonito. Por que tampoco quiero hacerlo todo tan “radicalmente diferente”.
Ya saben lo que dicen, “Si no está roto, no lo arregles”. Y es que pese a todas las cosas sobre las que podríamos quejarnos respecto a Dios, hay que reconocerle al vejete que este universo tiene cosas muy hermosas y muy pro. Así que dichas cosas, yo las conservaría en mi versión de la creación.

 

Así que ya saben, si algún día se convoca a elecciones para elegir a un nuevo dios, votan por mi.

Espero que les hayan entretenido estas divagaciones hechas de madrugada y apenas medio despierto. Pero simplemente me llegó la idea de hacer una entrada así, y bueno, esto ha salido.

Comenten, ¿les gustaría vivir en mi universo? ¿Cómo lo harían ustedes?

Es un mundo extraño. Mantengámoslo así.
(Y si me eligen como su nuevo dios, prometo volverlo aún más extraño).