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El Círculo Interno

junio 30, 2011

Hola. Entrada nueva. Relato nuevo. ¿Temática? Supervillanos.

Es la primera parte, hecha intencionalmente corta, ya que muchas veces me dicen que mis entradas son muy largas y les da flojera leer. Malditos analfabetas funcionales.

Honestamente no es gran cosa, pero esperen las siguientes entregas, prometo que serán mas interesantes. Y que este no quedará como otro proyecto inconcluso. Espero.

 

El Círculo Interno

Diario de Mercer Evans (Asimilador), 19 de Febrero.

Bien. Esta es la primera entrada que hago en este diario, que tú, hipotético lector, tienes entre las manos.

Adquirí la costumbre de llevar un diario durante una de las varias temporadas que he pasado en la cárcel. He llenado con mis vivencias hasta ahora seis libretas como esta, que guardo en un simple cajón en un mueble de mi departamento.

Esta pequeña introducción la hago en caso de que tú, hipotético lector, hayas encontrado únicamente este diario, y no hayas leído los seis volúmenes anteriores.

Así que mi vida en resumidas cuentas sería esto:

Nací en New York. Tuve una infancia y adolescencia bastante normal. Mi familia no era de muchos recursos, y yo no era precisamente un buen estudiante, así que no estudié la universidad, y cuando terminé la preparatoria, entré al mundo laboral.

Donde obviamente era explotado y mal pagado. De cualquier forma, cualquier cosa que pudiera contar de aquél entonces sería sin duda trivial y aburrida, y seguramente a nadie le interesaría, pues es la historia de un pobre perdedor, como hay muchos en esta ciudad, y en todas partes.

Pero entonces ocurrió un suceso que cambió mi vida.
Desde que recuerdo, New York siempre ha sido el nido de los súper tíos. Sujetos en mallas y trajes coloridos y ajustados abusando de frases cliché y volando sobre nosotros, creyéndose superiores y luchando guerras personales, con la gente normal recibiendo todo el daño colateral.

Yo era de esos que despotricaban contra los súper poderosos y los peligrosos juegos que jugaban. Hasta que me uní a su club.

No se mucho de ciencia (o, realmente, de muchas cosas, pues como he dicho, no estudié la universidad), así que no tengo una maldita idea de que fue lo que ocurrió aquella noche.

Simplemente, cuando iba de camino a casa una noche luego de trabajar, me llamó la atención una colorida luz en el cielo. Atraído, casi hipnotizado por ella, subí al tejado del edificio más cercano para verla mejor.

Y entonces la luz entró en mí. Quedé inconsciente y desperté a la mañana siguiente.

Bueno, no quiero aburrirte con la patética historia de como descubrí mis poderes y todo el tiempo que tardé en averiguar como funcionaban, así que vayamos al grano:

Puedo asimilar el ADN de otros seres vivos e incorporarlo al mío propio. Puedo, por ejemplo, con solo la pluma de un ave, convertir mis brazos en alas y ahuecar mis huesos. Puedo, con una araña aplastada, hacerme crecer otros cuatro brazos.
Yo decido a voluntad que aspectos del ADN quiero implementar al mío propio, y además puedo mantener varias alteraciones al mismo tiempo, aunque tengo un límite, pues una alteración puede sobrescribir a otra, y las que pierdo ya no puedo recuperarlas (a menos que vuelva a tocar a una criatura con el ADN necesario).

He vivido cosas muy locas a lo largo de los años, así que puedes creerme cuando digo que incluso puedo asimilar ADN de criaturas extraterrestres.

Puedo asimilar ADN de otro ser humano hasta el grado de hacerme pasar por él, e incluso puedo asimilar súper poderes de otros metahumanos, si los poderes de estos son otorgados por una alteración genética.

¿Y que hice cuando me enteré de que tenía estos asombrosos poderes? Lo que haría cualquier tipo jodido, con un mal trabajo y sin educación.

Me volví un jodido supervillano.
Tomé el nombre de Asimilador. Y no me avergüenzo. Me mola mucho el nombre.

Y bueno, no he hecho nada particularmente especial. He vivido lo que todo supervillano. He robado bancos, he luchado contra héroes, algunas veces he ganado, o he salido huyendo por los pelos. Otras me han pateado el trasero, lo que explica que haya estado en la cárcel un par de veces.

Cuando se está tantos años en esto, se tienen muchas anécdotas (lo que explica los seis volúmenes anteriores). Incluso llegué a fingir mi muerte una vez.

La mayoría de las veces que caía en la cárcel lograba salir durante alguna fuga masiva. Son bastante comunes en las prisiones para metahumanos.

Pero esta última vez salí de manera legal. Y la verdad no estoy seguro de cómo, por que según mis cuentas aún le quedaban un par de años a mi condena.

“Alguien movió influencias” es lo que me dijeron que pasó cuando me soltaron.

No estaba muy seguro de qué había ocurrido, hasta que llegué a mi viejo departamento y encontré una especie de invitación esperándome en mi mesa. Decía lo siguiente:

“Estimado Asimilador:

Se espera su asistencia en el almacén No. 7 de los muelles, el Miércoles 19 de Febrero a las 23:00 hrs.
Asista con su debida parafernalia.
Por favor no falte, se tratarán temas que sin duda le interesarán.

Confiando contar con su asistencia, se despide Sabre Khan, el Conquistador.”

 

Está de más decir que la nota me causó bastante impresión. Sabre Khan es como una súper estrella entre los supervillanos.

Es de esos villanos de los que la gente no hace bromas, pese a lo ridículo de sus trajes; de esos villanos que hasta los héroes más poderosos y experimentados temen enfrentar, y que la mayoría de las veces solo son detenidos cuando un grupo nutrido de héroes se unen para hacerle frente.

Khan, se dice, tiene influencias en todos lados, desde las mafias locales hasta las Naciones Unidas, o de hecho todos los gobiernos del mundo, así que la identidad de mi misterioso benefactor quedaba aclarada.

Ahora la pregunta era, ¿debería asistir?
Es decir, llevo tiempo en esto, pero siendo honestos, no soy un villano de primera clase. He tenido malos momentos e incluso alguna vez un héroe novato barrió el suelo conmigo. Son gajes del oficio.

Así que, ¿qué puede querer un villano de primera como Khan, con alguien como yo?

Bueno, precisamente por que soy un villano de segunda, dudo que quiera perjudicarme. No recuerdo haber hecho algo como para enfurecerlo, y siempre podría haberme mandado matar en la cárcel, así que lo único que se me ocurre es que tal vez quiera contratar mis servicios, o algo así.

Por mi esta bien, los villanos de primera son los que mejor le pagan a sus esbirros.

Bueno, la cita en los muelles es esta noche. Por lo que entiendo de la invitación, quiere que vaya con mi traje, así que eso haré.

¿Quien sabe? Tal vez es una trampa, y voy a mi propia muerte, o algo así.
Sabrás si es el caso, hipotético lector, si al pasar la página solo encuentras una hoja en blanco. Si, por el contrario, encuentras otra entrada escrita con mi pésima caligrafía, sabrás lo que yo aún no se; lo que ocurrió en la reunión con Sabre Khan.

¿Continuará?

 

¿He conseguido engancharlos? ¿Esperan ansiosos la siguiente parte? Espero que sí. Nos leemos a la siguiente. Ah, y comenten, o algo, que no me mola eso de sentir que escribo para tres o cuatro personas solamente.

Es un mundo extraño (y mainstream). Mantengámoslo así.

(Lo de mainstream fue un chiste local).

Un comentario

  1. Pues la verdad me parece interesante, aunque de engancharme, me han enganchado más las otras historias que aun no terminas ¬¬

    Pero bueno… La verdad quiero saber que tal le va en su reunión y que expliques el chiste local XD… Dicho esto.

    Este mensaje se autodestruira en cinco segundos….

    5…
    4…
    3…
    2…
    1…

    Se fue la luz XD



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